Un amigo cruzó
hasta la orilla
de la que no se
vuelve.
No más su
sonrisa.
(El rumor de la
avenida ya comenzó a oírse).
No más sus
palabras.
(Debo vestirme
para ir al trabajo).
No más su buen
silencio.
(Me dirán ¡ buen
día¡;
contestaré ¡
buen día¡).
No más su
abrazo.
Hace mucho frío.
Hoy el sol cabe
apenas en una
baldosa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario