Un avión pasa sobre el patio.
El padre hace que el niño lo mire.
El abuelo sonríe y mira
como el niño mira con su padre
el avión que pasa.
Recuerda cuando llevaba a su hijo
a ver salir y llegar los aviones
junto a la tela del aeropuerto
( una mesita, sillas plegadizas,
unos criollo y equipo de mate).
El poema toma el instante
en que el abuelo mira
al padre y al niño
mirar al avión que pasa
justo arriba del patio.
Su navecita lo llevará
afuera del tiempo.
Allí seguirá siendo.
Sin muerte.
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