Sigilo


jueves, 19 de enero de 2017

HILO

La señora que barre la vereda
por las madrugadas,
al barrer, apaga la estrella
que está justo ahí
sobre su casa.

La estrella que esperó
que hiciera su rutina.

Doña,
doñita;
barra nomás,
barra tranquila,
aunque a veces un dolor grande
le anude la garganta.

Allá en el techo del cielo
su cuidado
por la parcela de mundo
que le tocó en suerte
es atendido.

No ha sido en vano.


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