El barco ha partido.
Era algo inevitable.
¡ Cuántas cosas
se ha llevado
el barco que ha partido
inevitablemente¡
Se va lenta, dulcemente.
Se va poniendo con el sol.
Se aleja hasta hundirse
en el horizonte.
Va a ser una buena noche,
una noche clara.
No hay pena hoy.
No puede haber.
Tampoco alegría.
Debo volver a casa
y encender la luz
hasta que amanezca.
La luz de siempre.
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