Sigilo


domingo, 17 de diciembre de 2017

UNA NUBE

Una nube sola
llovió por unos instantes
sobre un niño solo.
Era una columna de agua
a pleno sol.
Después,
así como vino se fue.
El niño quedó empapado
a las carcajadas y feliz.
Ahora debe regresar a casa.
Sus padres, seguro, lo reprenderán.
No le creerán la maravilla.
Su única defensa posible
y él no lo sabe,
son  estos versos.
El niño,
y  tampoco lo sabe,  no está solo.
A los poetas,
prolijamente repartidos por el mundo
les pasa lo mismo.
Y así
desde siempre.


  

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