En el andén de la terminal
padre e hijo se abrazan
en medio de un mar de gente.
El hijo parece partir
a un lugar lejano.
Hablan poco casi nada.
"¿llevás todo?",
"cuidáte viejo"
"cada tanto hablá".
Arden sus silencios.
Están aprendiendo a despedirse.
Llevan en la hornalla del pecho
un dolor nuevo.
Y muchas cosas más
que este poema
jamás podrá decir.
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